Este es sobre todo mi pequeño homenaje a mi gran familia y amigos que están conmigo incondicionalmente pero también a esos maravillosos blogs que conocí en un momento muy complicado para mi y que tanto me han ayudado. Va por todos vosotr@s y en especial por Antón, mi peque, con todo el amor del mundo porque siempre se avanza solo hay que encontrar los caminos adecuados.

viernes, 13 de julio de 2012

¿Cuál es el límite de un niño con TEA?




Cuanto más leo, mas veo y mas experimento en carnes propias, mas creo que el límite de un niño con TEA no está en él sino en las personas que lo rodean.

Tendemos a que la etiqueta de un diagnóstico marque lo que podemos hacer en la vida. A veces sin darnos cuenta y otras veces por miedo, limitamos nuestras vivencias y la de nuestros hijos y esto no es justo para ellos.

Desde mi propia experiencia he de decir que sin querer, creo que yo si limito la vida de Antón. No es por mal ni mucho menos, sino por protección seguro excesiva. La mayoría de veces creo que aún es pequeño para hacer cosas, otras veces creo que lo va a pasar mal haciendo alguna actividad por su manera de enfrentarse a ella, o por sus características personales. Y de repente, llega él y me asombra, me deja con la boca abierta y me doy cuenta de que son mis miedos los que hacen que crea que tenga límites.

Este sábado pasado me lo ha demostrado una vez mas. Carla, su terapeuta de la Asociación BATA, me habló ahí atrás de organizar una actividad para sus niños de la UAM de BATA. Nada mas y nada menos que hacer surf en la playa.
Debí quedarme con la boca abierta, ¿Antón "surfear" en la playa? ¿Pero si no sabe ni nadar?. Mi primer pensamiento fue ¡¡¡¡Socorrooo!!!!, aunque en milésimas de segundo reflexiono y me digo a mi misma, si lo plantea Carla es que sabe que Antón puede hacerlo. Así que enseguida nos apuntamos a la idea.

El sábado pasado nueve niños y niñas de la UAM de BATA con Carla y Leni, sus terapeutas al frente, han "surfeado" en la playa de Patos.
Nueve niños con TEA, cada uno distinto a otro, cada uno con unas dificultades y unas habilidades diferentes, pero todos con las mismas ganas de divertirse, y vaya si lo hicieron, durante casi 3 horas disfrutaron de lo lindo en el agua,  con las tablas y con la ayuda de unos monitores y monitoras de excepción, los de la Escuela de surf  Prado, unos chicos y chicas que de forma altruista y en su tiempo libre se prestaron para pasar ese rato con ellos enseñándoles a coger las olas.

Antes de llegar aquí hay que hacer un trabajo previo para que todos sean capaz de disfrutar. Cada uno de los niños una semana antes tuvo su apoyo en casa para que le pudiéramos preparar con ellos que es lo que íbamos a hacer.
Algunos de los niños necesitaron ponerse una camiseta de lycra y así notar su tacto y acostumbrarse a él antes de llegar el día y ponerse el traje de neopreno.





Es imposible contaros aquí lo que viví esa tarde, como disfrutaron del momento, cada uno a su ritmo, pero todos consiguieron pasarlo fenomenal, disfrutar del mar, de las olas, de los demás niños, porque eso son, niños que como todos lo que quieren es jugar, vivir experiencias nuevas, practicar deportes desconocidos para ellos, sentir que pueden hacer cualquier cosa mientras las personas que les rodeamos se las adaptemos a sus necesidades.

Me quedo con una lección aprendida, ha sido mi hijo pequeño el que me la ha enseñado, y es que Antón no tiene límites y mi obligación es ayudarle a conseguir lo que quiera y no poner mas trabas de las que por desgracia la vida ya se encargará de ponerle.

Cuanto poder tenemos las personas que intervenimos en la vida de un niño con TEA, y que importancia tiene que usemos bien ese poder y que apostemos por ellos.
Conociendo algunos niños con TEA personalmente y a muchos a través de lo que cuentan sus madres y padres me doy cuenta de la cantidad de cosas que consiguen hacer, cosas que a priori nos parecían imposibles, porque no nos engañemos para que nuestros niños hagan algunas de las actividades que cualquier niño de su edad hace casi sin esfuerzo hay muchas horas de preparación, muchas secuencias hechas con pictogramas para adelantarle lo que va a suceder, muchos cuentos sobre el tema, jugar con los muñecos representando esa actividad...pero aunque parezca un trabajo muy duro, que lo es, todo se olvida cuando ves la cara de satisfacción y la alegría en el momento en que consiguen un reto más. En todas situaciones merece la pena apostar por ellos porque siempre será una apuesta ganadora.

Volviendo a Antón y a su tarde de surf quiero dar las gracias a la Asociación BATA en especial a Carla y a Leni por ser como son, por implicarse y querer a nuestros niños mas allá de lo que  supone su gran labor como terapeutas.
También quiero agradecer a la Prado Surf Escola su apuesta por nuestros niños, mi mas sincero agradecimiento a cada uno de los monitores que acompañaron y enseñaron a nuestros niños, por su interés, por su cariño, por sus ganas de ayudar, por darlo todo para que la diversión fuese total.
Os recomiendo llevar a vuestros niños a esta escuela de surf, Javi y Antón no faltarán en cuanto todos nos pongamos oficialmente de vacaciones.

La noticia en el Faro de Vigo, pincha aquí.

Ya veis si ellos no se ponen límites, ¿porqué hacerlo los demás?


  Antón y Darío con Carla .



  Jugando con Lois monitor de Prado Surf Escola, toma de contacto.



Eligiendo tabla, como no de color rosa, eso si al final se quedó con la grande, menudo es él.



  Y por último Antón cogiendo las primeras olas de su vida