Este es sobre todo mi pequeño homenaje a mi gran familia y amigos que están conmigo incondicionalmente pero también a esos maravillosos blogs que conocí en un momento muy complicado para mi y que tanto me han ayudado. Va por todos vosotr@s y en especial por Antón, mi peque, con todo el amor del mundo porque siempre se avanza solo hay que encontrar los caminos adecuados.

martes, 10 de diciembre de 2013

EL ESTRÉS DE QUERER TENER TODO CONTROLADO



Hace un par de semanas Antón fue a su campamento urbano de fin de semana con la Asociación BATA, este era su último fin de semana del año, y mientras sus hermanos Elena y Javi asistieron a un taller de hermanos por segunda vez, os hablaré de ello en otra entrada. Y para completar Manu y yo asistimos a un taller de padres con hijos e hijas con TEA.

Siempre aprendemos mucho sobre los demás y sobre nosotros mismos cuando compartimos nuestro día a día.

El caso es que entre lo que allí hablamos hubo un tema que me ha hecho pensar mucho y es el estrés en el que vivimos y que muchas veces nos imponemos.
Es curioso como todos intentamos tener todo controlado y eso es imposible.

Sabemos las dificultades de nuestros hijos, lo que les pone nerviosos, lo que les cuesta diversas situaciones con normas sociales, lo que se esfuerzan para acoplarse a la vida que les rodea.

Les enseñamos con mucho esfuerzo cosas como sentarse en una cafetería a tomar algo, estar en la toalla en la playa, guardar la cola del supermercado....e infinidad de comportamientos mas. Lo hacemos con mucha paciencia, el tiempo que nos lleve, con las terapias que economicamente podemos permitirmos, con muchos nervios por lo que pueda pasar, por lo que podamos molestar, por como se comportarán...

Recuerdo que ir con Antón a una cafetería a tomar algo era imposible, llegábamos y al minuto se desencadenaba la tragedia, Antón estallaba y se acababa el momento de disfrutar, al final la estampa era su padre o yo fuera en la calle con él mientras el otro se quedaba dentro con sus hermanos hasta que se terminaban la consumición.

Con terapia y con tesón hemos conseguido poder estar sentados mas de una hora disfrutando de una cerveza en compañía de nuestros hijos tranquilamente pero aún así después de logros brutales seguimos con la alerta puesta al máximo por si pasara algo que acabe con esta armonía.

Para que os pongáis en situación hace unos fines de semana nos fuimos a comer fuera con mis hermanos y mis padres. Antes de llegar al restaurante tuvimos un percance con la tablet de Antón y nos quedamos sin ella, además no estábamos en nuestra ciudad con lo cual no teníamos nada mas con que entretenerlo.
Manu y yo ya temblábamos, en cuanto llegamos al restaurante avisamos a toda la familia de la situación para pedirles paciencia si la comida se torcía un poco. Empezó la comida bien pero Manu y yo apenas disfrutamos esperando el momento en que se acabase la paz. Al terminar su comida Antón pidió la tablet y le dijimos que estaba sin batería y que no podía jugar con ella. Se acabó, pensamos, hasta aquí llegamos, pero Antón siguió como nada, disfrutó de su postre, jugó con sus hermanos y su prima y no hubo problemas hasta que nos fuimos. Al final los únicos que no saboreamos la comida fuimos sus padres y todo por el estrés que nos generaba una situación que ni siquiera sabíamos si realmente iba a pasar.

Y ahora pienso, y ¿que pasa si mi hijo después de estar sentado una hora, con lo que eso le cuesta, se levanta y aletea un par de veces?, ¿que problema puede haber si quiere meterse un ratito debajo de mesa?, ¿y si se pone a cantar un poco alto? o a reir sin motivo alguno, al menos aparentemente...

Lo que quiero decir es que nosotros hacemos todo lo que podemos porque Antón siga las normas sociales y no interrumpa el ocio de los demás y Antón hace verdaderas heroicidades para acoplarse al mundo y su infinidad de normas y no estaría de mas que ese resto del mundo pusiese su granito de arena y también se acoplaran a las peculiaridades de nuestros hijos, al fin y al cabo no es pedir tanto.

Como bien dijo una mamá en el taller de padres nuestros hijos se esfuerzan permanentemente porque estamos siempre encima de ellos pero ese estrés no lo tienen las demás familias con sus hijos y eso que a veces, muchas veces son los hijos de otros los que si parecen tener problemas de educación.

Así que a partir de ahora prometo intentar relajarme más, no intentar controlarlo todo. Empiezo a entrenar.

4 comentarios:

  1. Soy abuelo de dos niños, Pol con 10 años y Edgar de 5 años con TEA y lo del estrés en todas nuestras circunstancias es algo que no podemos controlar “del todo” y con los 10 años de uno y los 5 años del otro he aprendido muchísimo, Siempre cuando es necesario los he observado más por su seguridad y en un ambiente “hostil” y no por lo que se puede desencadenar, he aprendido a no ver a la gente que me rodea y te taladra con la mirada, a ser sordo de los murmullos y enfrentarme a cualquiera que se ponga por delante, hay que hablar claro y contundente y no hay que bajar nunca la cabeza. Se que lo digo como abuelo y a nuestra edad vemos las cosas con un paso por delante en experiencia y estoy muy comprometido en el tema del autismo y noto en mi hija como madre lo mismo que os sucede a la gran mayoría de familias y tú lo dices al final de la entrada, tenéis que aprender a relajaros para salir al paso de cualquier situación por difícil que sea.

    Con mi nieto Pol con dos años y como ejemplo de uno de los muchos casos y uno de los primeros. Por no querer irse del parque, en mis brazos y pataleando y fallarme las fuerzas dejarlo "tirado" en medio de la cera con la rabieta caraterística y yo sentarme a su lado hasta que se le pasaba y la gente transitando a nuestro alrededor en plena calle, nadie dijo nada, más de uno pensaría que el nieto era un maleducado y que el abuelo estaba loco al estar también tirado en el suelo y estaban equivocados, ni lo uno, ni lo otro.

    Salud y un abrazo de l’avi Manel

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  2. Es cierto lo que dices, muchas veces no disfrutamos porque nosotros mismos adelantamos acontecimientos que podrán o no ocurrir, yo desde que llevo a Nico a María, nuestra terapeuta en común con Anton...aprendí a relajarme. Me alegro de que vuelvas a estar aquí, ya echaba de menos tus entradas. Y al abuelo que antes te contestó decirle que es un honor conocer un abuelo tan involucrado y tan realista en éste trastorno, lo digo porque normalmente a los abuelos les cuesta mucho aceptar el diagnóstico y llevarlo como hace usted. UN GRAN SALUDO

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  3. Susana por favor... No me trates de usted en todo caso como a un abuelo, yayo o avi, muy enamorado de mis niet@s UN GRAN SALUDO es el que dedico a Maika a ti a todas las madres incansables..., luchadoras..., sacrificadas... y un largo etcétera que os honra en el gran esfuerzo que dedicáis a vuestros hij@s para que puedan aprender y comprender a una sociedad diferente a ell@s y al ser una minoría lograr con vuestro esfuerzo y una mayor dedicación conseguir hacer posible la inclusión de todos nuestros niñ@s y os aseguro que lo conseguiremos; no hay nadie que nos pare...!!!
    Sois formidables y os deseo lo mejor para todas las familias con Autismo, de parte de l'avi Manel

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  4. Ya queda poco!!!! Si, ya queda poco!!!! Esta noche llega Papa Noel jejejeje, bueno que yo no hice la carta, confío en mandar mis propios regalos, así que te quería mandar algo super especial para esta Navidad, pero me he encontrado con un problema ¿Cómo envuelvo un abrazo y un beso?

    Lo he solucionado con un comentario jejejeje, así que Felices fiestas!!!!!!

    Y no te olvides pasar por mi blog a por el regalito navideño, mi libro gratis.

    Un besazo.

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